Al parecer en el boquete de la pared que hay justo detrás de la alacena en la cocina de Orvelinda Moro, bibliotecaria insólita de la Nacional, que dice ella que del boquete, salen brumas y gaviotas.
A lo mejor allí hay un océano escondido. No quiero ni pensar que habrá en las gavetas de la mesita de noche. Un mundo raro.
Un cuento chiquito. Juan Carlos Tacoronte.